Los gastos administrativos son gastos como los salarios, el alquiler de oficinas y el equipamiento. También se conocen como gastos de gestión en administración de empresas.
Es probable que vea los gastos administrativos en la cuenta de resultados de cualquier empresa. Estos costes ayudan a que una empresa funcione de forma eficiente, ya que permiten al fundador centrarse en el crecimiento de su negocio en lugar de gastar dinero en las operaciones diarias.
Sin embargo, estos costes pueden acumularse a lo largo de las operaciones de una empresa si no se gestionan de forma sistemática y precisa. Por eso a los asesores financieros les encanta trabajar con empresas que quieren tomar decisiones financieras inteligentes.
Al comprender cómo gasta su empresa el dinero, puede reducir los costes operativos y mantener un margen de beneficios saludable. Entonces, ¿en qué consisten exactamente los gastos administrativos? Veamos qué son, cómo afectan a su empresa y cómo puede reducirlos sin perjudicar sus resultados
¿Qué son los gastos administrativos?
Los gastos administrativos son gastos como salarios, alquiler de oficinas, espacio de almacenamiento y equipamiento. También se conocen como gastos de gestión. Es probable que vea los gastos administrativos en la cuenta de resultados de cualquier empresa.
Estos gastos ayudan a que una empresa funcione de forma eficiente, ya que permiten al fundador centrarse en el crecimiento de su negocio en lugar de gastar dinero en las operaciones diarias.
¿Cómo contabiliza una empresa los gastos administrativos?
Cuando una empresa tiene gastos que no están directamente relacionados con los costes de explotación, debe contabilizarlos como gastos administrativos. Esto se suele hacer en la cuenta de resultados, pero también podría anotarse en el balance.
Esto es importante porque si la empresa no gasta dinero en costes administrativos, tendría que pagar estos gastos con sus beneficios. Sin embargo, si la empresa es rentable, puede ahorrar dinero si no gasta en cosas que no contribuyen directamente a sus beneficios.
Cuando una empresa tiene gastos que no están directamente relacionados con los costes de explotación, debe contabilizarlos como gastos administrativos. Esto se suele hacer en la cuenta de resultados, pero también podría anotarse en el balance.
Cómo reducir los gastos administrativos en su empresa
Lo mejor es empezar a gestionar los gastos administrativos lo antes posible. De este modo, tendrá una buena idea de cuánto debe presupuestar y podrá reducir mejor los costes a la primera. Para mantener un buen margen de beneficios, es importante liquidar los gastos administrativos cada año.
Esto significa que debes ser capaz de identificar y priorizar estos gastos para que no te quiten demasiado tiempo y recursos. Aunque no afecten a su cuenta de resultados, siempre es bueno saber a qué se destina su tiempo.
He aquí algunas formas de reducir los costes administrativos en su empresa: Identifique las áreas de su empresa en las que necesita gastar dinero y establezca objetivos para reducir los gastos en esas áreas. Asegúrese de saber qué gastos son necesarios para que su empresa funcione y el resto puede recortarse o eliminarse.
Compare los servicios contratados. Muchas empresas intentan cobrar más por hora de lo necesario sólo para cubrirse. Disponga de un presupuesto para cada gasto. Así será más fácil identificar las áreas en las que se está gastando más de la cuenta y tomar medidas correctivas.
Llevar la cuenta de los gastos administrativos Debe hacer un seguimiento de todos los gastos administrativos de su empresa (es decir, sueldos, alquiler de oficinas, equipos, etc.) para poder ver en qué se están gastando y priorizar los aspectos en los que hay que recortar.
Lleve un registro de los gastos administrativos de su empresa (es decir, salarios, alquiler de oficinas, equipos, etc.) para poder ver en qué se están gastando y priorizar los que necesita recortar. Esto le ayudará a identificar los puntos débiles y a asegurarse de que no le consumen demasiado tiempo.
Al examinar los gastos administrativos, asegúrese de comprender de dónde proceden. Si no están directamente relacionados con el funcionamiento de su empresa, pueden recortarse o eliminarse.
Hay varias formas de reducir los gastos administrativos en su empresa. La mejor manera es preguntarse por qué su empresa tiene ciertos gastos y qué podría hacerse sin ellos.