Hablar acerca de las finanzas corporativas representa hablar de la organización eficiente de una empresa para alcanzar el máximo de beneficios que sea posible. Lograr esta meta implica saber tomar las decisiones que sean necesarias, en el momento más oportuno y en relación con las instancias adecuadas. Para poder conseguir esto, los responsables de las decisiones financieras requieren manejar información de primera mano, información que sea lo más objetiva posible.
Si acaso hay un objetivo claro en la gestión de esta figura, la maximización de los beneficios dentro de una empresa es el que lo representa. Cuando los asociados y accionistas de las compañías hacen sus inversiones, las hacen en persecución de las ganancias que sus operaciones van a (o pudieran) reportarles. Una empresa no es una entidad de beneficencia y su interés central se observa en todas las gestiones que conducen a un aumento de las ganancias.
Formar parte de la gestión de las finanzas corporativas es posible por medio de tu formación en Ingeniería en Administración de empresas en finanzas corporativas. Esta carrera te proporciona todas las herramientas que vas a necesitar para desempeñarte con total eficiencia en el área. Para ello, ten presente, en primer lugar, a la Universidad de San Sebastián. Esta institución tiene la capacidad y la voluntad de prepararte en profundidad para ingresar a estos puestos de trabajo.
¿De qué se trata la gestión de las finanzas corporativas?
En realidad, las llamadas finanzas corporativas son una suerte de instrumento financiero dirigido a optimizar la recepción de los beneficios que obtienen las empresas. Concentra su atención en todas aquellas decisiones relativas a inversiones, que le corresponden emprender a una organización. Al mismo tiempo, se interesa y ocupa de manejar y emplear todos instrumentos y herramientas que hacen falta para la definición de cursos de acción.
La proyección de su ejercicio se observa en la amplitud y la dimensión del valor que es capaz de incorporar como agregado a la empresa. Este es un trabajo de gran complejidad, en la misma medida en que una organización tiene más asociados, más difícil se hace la toma de decisiones. De aquí que, las inversiones que se lleven a cabo, deben ser el producto de una especie de consenso entre los accionistas. Aunque también, una línea dirigida por aquel que tenga mayor peso específico.
A fin de cuentas, se trata de medir bien el músculo monetario del cual se dispone y las instancias en las que tendrá una mayor repercusión. La aplicación correcta (o no) del ejercicio de las finanzas corporativas, repercute directamente en la apreciación (o depreciación) que habrá de alcanzar la empresa. El único inconveniente es que los resultados solo se podrán medir en el término del mediano y/o el largo plazo.
La maximización del valor que la empresa representa
Siendo responsable de la gestión de los recursos, las finanzas corporativas están asumiendo un cierto nivel de riesgo, ya que en economía nada está previamente asegurado. Esto obliga a pensar muy bien las estrategias que se habrá de adoptar. Por otro lado, obliga también a contar con toda la información que haga posible la identificación y selección de las medidas más oportunas y apropiadas. Se trata de un “juego” en el que el conocimiento y el azar tienen participación.
Para el debido cumplimiento cabal de estas gestiones, las empresas deben contar con los servicios de un profesional experimentado en las finanzas corporativas. Un personaje tal tiene que poder evidenciar su conocimiento en todos los detalles de la gestión:
- Capacidad de análisis de la situación objetiva de la organización.
- Evaluación precisa de los recursos financieros con los que se cuenta.
- Elección de la proveniencia de los recursos a emplear: fondos propios o entidades de crédito.
- Identificación de aquellas áreas en las que la inyección de recursos podrá ser más rentable.
- Planificación de los términos y resultados que se esperan de las inversiones que se lleven a cabo.
- Supervisión, monitoreo y control del ritmo y efectos de las inversiones realizadas.
- Control de los niveles de productividad, viabilidad y rentabilidad de la organización.
¿Cuáles son los propósitos y la importancia de las finanzas corporativas?
Dentro del amplio campo de las finanzas en general, las finanzas corporativas se involucran en las gestiones relativas a la consecución y uso de recursos financieros. El objetivo de la incorporación de estos recursos es el de incrementar, al máximo, el valor de mercado que la empresa tiene hasta entonces. Igualmente, tiene como interés aumentar el nivel de los beneficios que la empresa recibe y además, distribuirlos de la mejor manera, entre sus accionistas.
Tratar de satisfacer todos estos requerimientos implica correr ciertos y determinados riesgos, pero hacerlo con pleno conocimiento de causa. Se trata de tomar la decisión de aplicar medidas con las que se pueda conseguir un incremento sustancial de los ingresos de dinero en efectivo. Esta es una de las maneras en que se puede traducir el imperativo natural de las empresas, como lo es el maximizar los beneficios. Se trata de los efectos deseables del ejercicio económico común.
El papel de los profesionales de las finanzas
El papel que deben desempeñar los profesionales que se encargan de las finanzas corporativas es de la mayor importancia para las empresas. Se trata del personaje clave para el logro de los propósitos que una organización se ha trazado como su proyecto empresarial de cara al futuro. Esto implica que el profesional de las finanzas debe tener muy claros los intereses y objetivos de este proyecto y conocer muy bien cómo hacerlos realidad.
La carrera de Ingeniería en Administración de empresas en finanzas corporativas tiene como eje de su formación el saber cumplir con los propósitos de las finanzas corporativas. Un profesional bien formado en el manejo de las finanzas, es el responsable principal en la tarea de alcanzar estos fines. Si estás interesado en esta área profesional, piensa en la Universidad de San Sebastián, una institución cuyos objetivos se centran en prepararte con la mayor calidad.